HOMENAJE A RICARDO FERRANDO KEUN

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Le conocí muy temprano, fue una de esas veces que fue a ver a su Madre, mi Abuela, la cual vivía con nosotros en Santiago. No imaginé que después de pasar años y miles de kilómetros recorridos, nos íbamos a juntar un día en Temuco a reír y charlar sobre variados temas.
Tuvimos pocas oportunidades de sentarnos y entablar conversación, pero sin duda nos dimos cuenta de la afición que encerraba el alma de cada uno.
Al obsequiarme su libro, Y ASI NACIO LA FRONTERA
lo escribió de su puño y letra.
Como, ya imaginaba le daría uso a su libro, y, así fue un material indispensable en la Historia de Chile que proyecté hacia los alumnos de mi país en mis charlas culturales durante años.
Ya le conocía desde antes, pues en mis viajes por Chile me encontré con sus antiguos alumnos, la mayoría de ellos bien posicionados en el ámbito de la educación.
Como se apreciaba el cariño que le tenían, y como le recordaban.
Ricardo Ferrando,
hombre de la historia
hijo de Temuco
forjador de esperanzas;
regó las semillas con su alma
fundó la educación en los corazones.
Su cosecha se esparció
como reguero de pasiones.
Esas semillas fueron bien sembradas
en Temuco bajo sus palabras
sus letras fueron plasmadas.
Fueron muchos que entendieron
que la educación era necesaria
y se esforzaron con esmero
de la mano de este profesor
que fundió esperanzas e ilusiones
fomentadas con ardor
para sacar adelante
a cientos de almas vacantes
que luchaban con dolor.
Alfred Asís